jueves, 18 de enero de 2024

BUSCANDO EL MAR


Estoy viviendo en un lugar de la Costa Atlántica, donde el mar me acompaña los 365 días del año, es un privilegio? Sí, claro que lo es para mi, sentarme en la playa y tener largas conversaciones internas en compañía de ese inmenso océano me hace bien, creo que sólo él sabe de mis debilidades mas íntimas y de mis luchas internas diarias. 

Me conoce enojada, triste, contenta, sabe de mis pros y mis contras porque todo le cuento sabiendo que nunca dirá nada, todo lo guardará como un gran secreto entre los dos en cada rompiente de ola. La verdad es el compañero ideal.

Suelo visitarlo durante todo el año, y son tan interesantes las conversaciones que me hace olvidar del viento suave de otoño, de los intensos fríos  del invierno. Ya en  primavera viene acompañado con rayos de sol que aunque aún débiles me envuelven en un abrazo super cálido que me hacen acurrucar entre la arena y el cielo.

Todo es tan romántico en nuestra relación que voy a su encuentro cuando a lo lejos escucho “ESTALLÓ EL VERANO”!!!(no entiendo bien lo que quieren decir.. pero tampoco le doy importancia)

Bajo las escalinatas de la rambla corriendo  con mucho entusiasmo porque me nace esa necesidad imperiosa de contarle lo que  esta sucediendo en mi vida…..al llegar al fin de las escaleras mi cabeza gira para un lado y para el otro con el fin de verlo, no había forma. , mi ansiedad empezó a atacarme y la culpa siempre latente en mí me llevó a la ridícula conclusión que lo había cansado con mis historias y había decidido ahogarse con su propia agua después de escucharme la última vez.

Ansiosa, con nervios recorriendo todo mi cuerpo decidí avanzar… tenía que encontrar una explicación a lo que estaba viendo. Tenía que encontrarlo!

En mi marcha pedí disculpas a los padres del niño que en su juego de enterrarse en la arena, no lo vi y aplasté la cabeza del pequeño… enterrándolo aún más… se los notaba muy  enojados mientras le sacaban grandes porciones de arena de la boca , pero yo no podía detenerme ante eso, tenía una misión mas importante, que era encontrar a mi compañero, el mar.-

Avancé como pude, dejando atrás los insultos de aquellos padres y de  algunos que lo animaban… fue en ese momento cuando llegó el pelotazo a mi cabeza,( pelota número 5 de cuero), se me nubló la vista, me sentí muy mareada pero me animó el muchacho que me agradecía por haberles evitado un gol en contra , me sentí héroe por un segundo, le sonreí, luego me desmayé.-

El desmayo no sé cuanto duró, si cinco minutos o una hora, pero de algo estoy segura es que debo haber caído con cierta elegancia porque nadie vino a mi socorro pensando que me había tirado a tomar sol.(nunca pierdas el glamour ni para desmayarte).- Al despertar recordé cual era mi misión, tenía que encontrar al mar.

Me puse de pie sacudiéndome la arena de mis cabeza y cuerpo ,( tardé bastante porque mi cuerpo ante su tamaño necesita tiempo de sacudida) seguí mi marcha.

No habré caminado dos metros que sentí como un latigazo en mi oído derecho despertó mi otitis crónica,PANCHOOOOOOOOOOOO, PANCHOSSSSSSSSSSSSSS, CALENTITOS LOS PANCHOSSSSSSS!!!!!!!!!.... temí que el tímpano hubiese estallado como el verano.-

Mientras me hacía una especie de prueba de sonido de mi oído derecho por el oído izquierdo entraba el sonido de CHOCLOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, CHOCLOOOOOOOOOOO, CHOCLOOOOOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSS.. un carrito empujado por una señora y un señor fue invadido de gente que compraba sus choclos a mil pesitos cada uno.

Nada me importaba a mi, voy a cumplir con mi deseo de encontrarte, me repetía incansablemente… allá voy….

Empezé a recorrer un especie de laberinto de sombrillas, carpas, y pozos de arena que me  hicieron sentir como en un juego de obstáculos

Mientras observaba como madres retaban a sus hijos porque se llenaban de arena, (a que carajo los traen? Me preguntaba), un circulo de madera impactaba en mi rodilla dejándome renga, comprendí la falta de experiencia en el juego de tejo que tienen algunos.

Renga y un poco sorda, continué mi búsqueda. Habían pasado aproximadamente dos horas desde que el reloj había marcado las 12 del mediodía, y en esas dos horas el sol había hecho de las suyas en mi piel. La noté demasiado roja aunque quise ignorarla para llegar a mi fin.-

Pasaron aproximadamente tres horas y media cuando llegué a visualizar a mi compañero, el mar… le regalé una sonrisa de satisfacción y una mirada de complicidad, acomodé mi silla en el pozo que habían hecho algunos que era el único lugar disponible de toda la playa y cuando quise contarle de mis cosas y charlar con él ya no pude hacerlo porque nos interrumpían con el grito HELADOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO HELADOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, ANTEOJOOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS, ANTEOJOSSSSSSSSSSS DE SOLLLLLLLLLHELADOOOOOOOO, SOMBRILLASSSSSSSSSSSSSSSSSSS , JUEGO DE  PALA Y BALDE PARA SUS HIJOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS, CHOCLOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS, CHURROSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS, CHURROS RECIEN HORNEADOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS, RELOJESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS , VENDO RELOJESSSSSSSSSSSSSSSS, CHURROSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Decidí que no era nuestro momento y me despedí.-

Volví a casa cansada, sorda , renga y con quemadura de tercer grado.  

Para algunos estalla el verano, para  otros, como para mi, nos estalla la cabeza de pensar que eso son las ansiadas vacaciones de descanso y disfrute que pueda desear algún argentino.-